El revuelo que fue… y el aterrizaje que tuvimos
Corría el año 2009 y en el mundo contable chileno no se hablaba de otra cosa: las IFRS llegaban para quedarse. El entusiasmo era total. Cursos, seminarios, diplomados express, manuales, certificaciones, cambios en las mallas universitarias, y por supuesto, toneladas de PowerPoint.
Las promesas eran grandes: transparencia, comparabilidad, acceso a nuevos mercados, decisiones basadas en información de calidad.
Para algunos, las IFRS eran la salvación técnica de la profesión. Para otros, el fin de la contabilidad “como la conocíamos”.
Lo cierto es que la palabra homologación se volvió mantra, y la idea de una contabilidad moderna, internacional, fidedigna, se instaló con fuerza en el discurso oficial.
Pero… ¿y en la práctica? ¿Pasamos de la promesa al hecho?
¿Qué son las IFRS (o NIIF)?
Las IFRS (International Financial Reporting Standards), o NIIF en español, son normas contables internacionales diseñadas para que todas las empresas del mundo hablen el mismo idioma financiero.
Su objetivo es que los estados financieros sean comparables, consistentes, útiles y entendibles para inversionistas, bancos, auditores y cualquier persona que quiera saber cómo anda un negocio.
El cronograma chileno de la convergencia contable
- 2009 → Las Sociedades Anónimas Abiertas y otras entidades reguladas por la CMF adoptan IFRS completas.
- 2014 → Se lanza la versión simplificada: EPYM (Estados Financieros para PYMES).
- 2016 → El sector público se suma al proceso con normas IPSAS (una adaptación de IFRS para gobiernos).
La idea era clara: implementación gradual según el tamaño y complejidad de cada entidad. Un enfoque técnico, con reglas claras. Nada al azar.
¿Y qué dijo el SII? La contabilidad fidedigna no es lo que tú crees
El Servicio de Impuestos Internos no se quedó fuera del debate. En varios oficios aclaró que, aunque las IFRS son aceptables, solo lo son en la medida que permitan cumplir con los fines tributarios.
“La adopción de IFRS no modifica los principios tributarios ni implica que la contabilidad llevada conforme a dichas normas sea automáticamente considerada fidedigna.”
En otras palabras: las IFRS están bien… siempre que no molesten.
Para el SII, una contabilidad fidedigna es la que:
- Permite reconstruir la base imponible,
- Está debidamente respaldada y documentada,
- Cumple los requisitos que la ley obliga a acreditar.
- Y facilita la fiscalización.
¿Y el Impuesto a la Renta? El punto de aterrizaje real
¿Han escuchado hablar de la famosa RLI?
Ese momento del año en que todo el relato IFRS se convierte en una ecuación tributaria:
Resultado financiero → Ajustes → Impuesto a la Renta.
Algo así como traducirlo al idioma tributario, con correcciones al margen y notas al pie.
Por eso, en la práctica, la contabilidad fidedigna no es la más técnica, sino la que aterriza correctamente en la RLI.
¿Y cómo se aplican realmente las IFRS en Chile?
Aquí viene la parte sabrosa (y realista) del tema:
Aunque las normas están publicadas, su adopción masiva nunca ocurrió.
Las entidades obligadas —SAA, emisores de valores, reguladas por la CMF— cumplen. También aquellas con controladores extranjeros.
Pero el resto… hace lo que puede:
- Algunas usan EPYM,
- Otras siguen con principios tradicionales,
- Y muchas hacen su propia versión “a la chilena”: un poco de IFRS, algo de criterio local, y mucha prioridad tributaria.
¿Por qué?
- Porque no hay exigencia legal para la mayoría,
- Porque implementarlas bien cuesta tiempo, capacitación y sistemas,
- Porque el foco tributario sigue absorbiendo todo,
- Y porque el “mercado” que supuestamente iba a presionar… no presionó tanto.
¿Qué significa esto para empresas y contadores?
- Que la contabilidad sigue siendo mayoritariamente tributaria, no financiera.
- Que “cumplir con IFRS” no es lo mismo que aplicar IFRS con sentido.
- Que muchas empresas podrían beneficiarse si dieran un paso más allá, pero no lo hacen por falta de incentivo, presión o comprensión.
- Que la contabilidad fidedigna es una construcción híbrida entre lo que exige el SII y lo que necesita el negocio.
En mf.Asociados creemos que…
Las IFRS no son un castigo ni una moda. Son una herramienta.
Bien aplicada, puede ayudarte a entender tu negocio, tomar mejores decisiones, profesionalizar tu gestión y proyectarte hacia nuevos mercados.
Pero, como todo en contabilidad, hay que aterrizarlo a la realidad concreta de cada empresa.
En mf.Asociados, podemos ayudarte a mirar tu contabilidad con una lupa clara, moderna y sin tanto enredo.
Conversemos!!