Hoy les hablaremos de un concepto que suena familiar, pero que cuando llega el momento de explicarlo, muchos se quedan mirando al techo: la legítima razón de negocios (LRDN). Y sí, es clave si estás pensando en una reorganización empresarial en Chile —ese tipo de operación que hace que el SII te mire con lupa… y sin mucho cariño. 👀
- ¿De dónde viene todo esto? 🧾
Partamos por lo formal, porque hay que saber de qué estamos hablando.
El artículo 64 del Código Tributario le da al SII una herramienta poderosa: la facultad de tasación.
En simple: si el Servicio cree que el precio o valor que fijaste en una operación no corresponde al “valor normal de mercado”, puede tasarlo, corregirlo y recalcular los impuestos como si se hubiese hecho al valor que ellos estiman justo. Y, créeme, eso casi nunca termina bien para el contribuyente. ⚠️
La Ley 21.713, publicada en octubre de 2024, agregó una puerta de salida: si estás ante una reorganización empresarial y puedes demostrar que existe una legítima razón de negocios, el SII no puede aplicar esa tasación. 🛡️
La ley incluso da una definición abierta (resumida): la LRDN es una finalidad que busca mejorar condiciones del negocio —ventajas competitivas, financiamiento, reducir costos/ riesgos, aumentar capacidad productiva u optimizar la administración— y que sea distinta a la meramente tributaria. ✅
- ¿Por qué es tan importante? 💡
Si el SII concluye que tu reorganización fue solo para “ahorrar impuestos”, te puede aplicar el artículo 64 y tasarte todo al valor de mercado. Resultado: más impuestos, multas e intereses. 😬
Si acreditas una razón empresarial legítima, activas la excepción y evitas la tasación. En otras palabras: la LRDN es tu escudo técnico frente a ajustes dañinos. 🛡️⚖️
- Veámoslo en acción (un ejemplo realista) 📖
Imagina:
“Operativa S.A.” opera hace años: tiene planta, gente y mercado. Su dueño crea Holding Familia S.A. y aporta las acciones de Operativa al valor contable. No hay flujo de dinero. Motivos: profesionalizar gestión, preparar sucesión y mitigar riesgos.
Si eso está bien documentado, puede calificar como LRDN: hay motivos empresariales claros y continuidad operacional. ✅
Si, en cambio, el objetivo real fuera solo “bajar la base imponible”, el SII lo verá como un truco y te tasará. La Corte Suprema ya advirtió que no hay LRDN cuando la reorganización conduce a la evitación del pago de impuestos. 📌
- El check-list del tipo seco (cómo respaldar la LRDN) ✅🗂️
- Explica por qué real. Memo o informe con motivación no tributaria (ampliar mercado, financiamiento, profesionalizar, etc.).
- Que sea demostrable. Evidencia operativa, financiera o estratégica.
- Registra los aportes correctamente. Valor contable/tributario y sin flujo efectivo si corresponde.
- Mantén la empresa aportante viva. La reorganización debe tener sustancia.
- Acredita el valor de mercado. Informes de valoración, comparables, actas.
- Deja constancia formal. Actas, acuerdos, contratos que respalden la decisión.
- Consejos finales (y un poco de humor negro) 😅🩺
- Hazlo bien desde el principio. Un papel mal hecho hoy puede ser una auditoría mañana.
- No improvises. Si la razón no existe, no la inventes.
- Sé transparente con clientes. “Hagámoslo bien para que funcione y no te persigan después.”
En resumen: la legítima razón de negocios no es un tecnicismo; es el alma de cualquier reorganización seria.
El SII no es tu socio que celebra tus rebajas tributarias; es el que está esperando ver si tu “reorganización” tiene más de magia que de negocio. 🔍